ESCORTS Y VIRGINIDAD

La virginidad es un atributo que obtenemos al nacer, pero que solemos perder en un momento de la vida (algunos casos excepcionales no lo hacen), ya sea con el amor de nuestra vida, o lo más usual, con alguien que pronto olvidaremos y sacaremos de nuestras vidas. El morbo de muchos hombres es desvirgar a una mujer, hacerla perder la inocencia con la que nació. Pero, ¿es posible hacer esto entre las escorts Madrid, prostitutas Zaragoza o putas de lujo Barcelona?

LA VIRGINIDAD DE LAS ESCORTS

En los muchos años que llevo en el mundo de las escorts Barcelona y prostitutas de lujo Madrid no he encontrado ninguna mujer virgen. De serlo, sólo lo sería con su primer cliente, que sería quien le hiciera perder la virginidad. Es una fantasía que muchos clientes del sexo de pago tienen, pero que considero imposible de llevar a cabo.

En cambio, si visitáis algunas webs deanuncios clasificados, veréis que hay algunos anuncios de prostitutas de alto standing que ofrecen perder su virginidad, y lo hacen pidiendo una elevada cantidad de dinero. ¿Es posible que pueda ocurrir? Yo lo llamo perder la virginidad por segunda vez (tercera, cuarta...), ya que no es la virginidad como tal lo que se pierde, más bien es la ruptura del himen reconstruido.

Y es que algunas escorts Vip, más bien chicas universitarias, han encontrado un filón en este tipo de servicios. Seguramente haya algunos clientes ingenuos que piensen que la escort es realmente virgen, y que con él va a ser su primera experiencia sexual. Pero todo está lejos de la realidad.

Lo que hacen estas prostitutas de lujo es someterse a una operación de reconstrucción del himen, de tal manera que su organismo de la apariencia de no haber sido penetrada por ningún hombre. Es una operación quirúrgica con un coste bastante elevado. Para amortizarla, deben pedir una tarifa alta para que les pueda compensar, además de aprovechar la situación de deseo de los hombres de dinero.

En mi tiempo en el mundo de la prostitución de lujo he conocido varias escorts que se han sometido a una reconstrucción de himen para poder vender su rotura a un elevado precio. En la agencia no ofrecemos este tipo de servicios, ya que es un proceso largo en el tiempo y consideramos que cada mujer debe hacer lo que quiere con su cuerpo.

Lo que es curioso es que esta operación de reconstrucción de himen también se ha puesto de moda entre algunas mujeres que no ejercen la prostitución de lujo. Son algunas de las nuevas corrientes moralistas que se da en nuestra sociedad, algo que a mí ni me viene ni me va. Incluso en algunas etnias se comprueba la virginidad de la novia antes de la boda, para cerciorarse de que que llega pura al matrimonio. Es el caso de la comunidad gitana. Como he dicho antes, cada uno es libre para hacer lo que quiera con su cuerpo, así como yo también lo soy, ¿no creéis?